El Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador condenó a seis años de prisión a Carlos Antonio Bonilla Fernández, un exempleado de un centro penal, por exigir dinero a la familia de un reo a cambio de beneficios indebidos.
Según Centros Judiciales, Bonilla Fernández, quien trabajaba como cocinero en la prisión, aprovechó su cargo para exigir $2,500 a la familia de un recluso, asegurando que, de no entregar el dinero, el interno sería trasladado a otro penal “donde le harían daño”. La víctima denunció que las exigencias comenzaron el 29 de febrero de 2024 a través de mensajes y llamadas de WhatsApp.
Durante la investigación, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó como prueba las conversaciones de texto que evidenciaban el delito. Bonilla Fernández accedió a recibir un pago inicial de $1,500, lo que permitió a las autoridades montar un operativo para su captura.
El 7 de marzo, la víctima entregó el dinero en un supermercado en Mejicanos, San Salvador, bajo vigilancia policial. Luego de la transacción, Bonilla Fernández fue arrestado en flagrancia y se le incautó el dinero recibido.
Tras el proceso judicial, el tribunal determinó su culpabilidad y lo sentenció a seis años de prisión por el delito de extorsión.