Sáb. Sep 20th, 2025

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Cinco estaban colgados y decapitados en un puente; los otros 15, dentro de una furgoneta refrigerada. La masacre apunta a una disputa entre facciones del narco.


México—Veinte cuerpos de hombres, todos con heridas de bala, fueron localizados la madrugada de este lunes en la salida norte de Culiacán, Sinaloa, un hallazgo que reaviva la alarma por la violencia en la entidad.

Cinco de las víctimas estaban colgadas de los pies en el puente Seminario, sobre la carretera Internacional México‑15, y fueron decapitadas, lo que obligó al cierre inmediato de la vía.

En la misma zona se encontró una furgoneta Ford Transit blanca, refrigerada y con las puertas traseras abiertas, donde yacían los cuerpos de otros quince hombres, uno de ellos también sin cabeza.

Peritos del Servicio Médico Forense trasladaron el vehículo y los cadáveres a sus instalaciones, donde se practican pruebas de balística, genética y huellas dactilares para confirmar identidades.

La carretera fue acordonada durante varias horas mientras agentes estatales y federales recababan casquillos, analizaban mensajes escritos dejados en la escena e inspeccionaban cámaras de vigilancia cercanas.

Investigadores consideran que la matanza podría estar vinculada al conflicto interno entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: una encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y otra afín a Ismael “El Mayo” Zambada. La disputa ha escalado en el último año.

La Fiscalía estatal abrió una carpeta por homicidio calificado y delincuencia organizada, y solicitó colaboración de la Guardia Nacional para aumentar patrullajes en la zona rural que conecta Culiacán con Sonora.

Organizaciones civiles denunciaron que, solo en junio, Sinaloa ha registrado más de sesenta asesinatos atribuidos a la pugna criminal, lo que ha generado desplazamientos forzados en comunidades serranas.

El gobernador Rubén Rocha Moya convocó a una reunión extraordinaria de seguridad y pidió a la población reportar movimientos sospechosos, mientras reiteró que “no habrá tregua contra quienes siembran terror”.

Los cuerpos serán liberados a sus familias una vez concluidos los estudios forenses, proceso que, advierten las autoridades, podría prolongarse debido al estado de las víctimas y al número de casos pendientes.

Este episodio se suma a una cadena de hechos violentos que, desde septiembre pasado, ha dejado cerca de 1 700 desapariciones y más de un centenar de muertes en el corredor Pacífico‑Noroeste, reflejo de una guerra criminal sin visos de tregua.

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