Jue. Sep 11th, 2025

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Los Ángeles—La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó el martes un toque de queda en el centro de la ciudad, tras cinco días consecutivos de protestas crecientes contra las redadas migratorias ejecutadas por fuerzas federales y el controvertido despliegue de la Guardia Nacional, ordenado por el expresidente Donald Trump.

La medida, que entró en vigor a las 20:00 horas del martes 10 de junio y se extendió hasta las 6:00 del miércoles 11, fue adoptada con el objetivo de “detener el vandalismo y parar los saqueos”, según explicó la alcaldesa en conferencia de prensa.

“El toque de queda es una acción necesaria para proteger vidas y salvaguardar propiedades después de varios días de disturbios continuos”, afirmó Bass.

Pese a la orden, decenas de personas desafiaron la restricción y continuaron manifestándose en las calles. La División Central del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) reportó detenciones masivas durante la noche, principalmente en la calle 1, entre Spring y Alameda, una de las zonas más activas durante las movilizaciones.

De acuerdo con el diario Los Angeles Times, al menos 25 personas fueron arrestadas por violar el toque de queda, sumándose a otras 205 detenciones registradas más temprano ese mismo martes en el marco de las protestas. En total, la jornada dejó un saldo de al menos 230 arrestos.

El jefe del LAPD, Jim McDonnell, advirtió que toda persona no exenta que se encontrara dentro del área restringida durante el horario del toque de queda sería “sujeta a arresto”. Las únicas excepciones incluyeron a residentes, personas sin hogar, personal médico y de emergencia, medios de comunicación acreditados y fuerzas del orden.

Como medida preventiva adicional, los servicios del Metro y de autobuses fueron suspendidos horas antes del inicio del toque de queda, dejando a cientos de pasajeros sin posibilidad de regresar a sus hogares o destinos laborales.

Las protestas comenzaron el pasado viernes, impulsadas por el rechazo de amplios sectores de la población a las redadas migratorias impulsadas por el gobierno federal. El malestar se ha intensificado con la decisión de Trump de desplegar tropas de la Guardia Nacional, lo que ha provocado un choque institucional entre la Casa Blanca y las autoridades locales de California.

“Estamos viendo una peligrosa escalada de acciones ilegales que incluyen el bloqueo de autopistas, calles y rampas, así como la negativa a acatar órdenes legales de dispersión”, declaró McDonnell. “Este comportamiento pone en riesgo la seguridad pública y no será tolerado”.

Pese a los enfrentamientos iniciales, la noche del martes fue descrita por el Los Angeles Timescomo la más tranquila desde el inicio de las protestas, lo que las autoridades atribuyen tanto al toque de queda como a los llamados de líderes religiosos y comunitarios a mantener la movilización dentro de cauces pacíficos.

Las autoridades no descartan extender o reactivar el toque de queda si persisten los disturbios o si se convoca a nuevas concentraciones masivas en los próximos días.

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