Vie. Abr 19th, 2024

Ante el inicio de la época de lluvias, anunciada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), para el 15 de mayo, la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos de El Salvador (MPGR), hace un llamado ante el peligro que corren las personas que viven en zonas de riesgo ante dichas condiciones.

La MPGR, exige al Estado salvadoreño la implementación medidas integrales para la protección de las familias en estado de riesgo ante las lluvias, ya que según el pronóstico del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés), se espera que las condiciones del fenómeno de La Niña persistan en la región centroamericana durante todo el año 2022.

Dicho fenómeno está asociado con el aumento de lluvias e intensidad de la temporada de huracanes, lo que provocaría deslizamientos, desbordes de ríos y quebradas, lo que pone en riesgo a muchas familias en situaciones vulnerables.

En el caso de El Salvador la perspectiva nacional del clima periodo mayo-agosto 2022, del MARN, indica que entre este domingo 15 y el 25 de mayo inicia la época de lluvias para la zona centro, occidente y
norte del país, mientras que para el oriente entre el 20 y 31 de mayo.

Esta proyección destaca que para este mes esperan precipitaciones arriba de lo normal en la zona central y a lo largo de la franja norte, abarcando alrededor de un 60% del territorio nacional; en el resto del país las condiciones serán normales.

Por otro lado, para los meses de junio, julio y agosto predominarán condiciones de lluvias normales y un escenario de precipitaciones bajo de lo normal, para la segunda quincena de julio e inicio de agosto se proyecta una canícula con una probabilidad del 40 al 60%- que se tenga un periodo de sequía meteorológica que puede alcanzar la categoría de moderada a fuerte, en el sur-oriente, zona paracentral y zona de valles.

“Este escenario preocupa, ya que, aunque año con año el país se ve afectado por estos fenómenos, los cuales serán cada vez más extremos por el cambio climático, el Estado salvadoreño carece de una
mirada prospectiva al priorizar en la construcción de mega-obras grises y el otorgamiento de permisos ambientales a privados para el establecimiento de urbanizaciones, sin tomar en cuenta el daño irreversible al medio ambiente ni la vulnerabilidad y riesgo de los territorios”, advierte la MPGR.

Así mismo, agregan que las autoridades invisibilizan los graves impactos que causa la impermeabilización de los suelos que ocasiona pérdida de ecosistemas, riesgo de inundaciones, por mayor escorrentía y conlleva la disminución y calidad de aguas subterráneas.

“Al ser un país multiamenzas con un alto grado de vulnerabilidad, además de la visualización y atención de los riesgos futuros, como red hemos insistido por la necesidad que la inversión en la prevención de desastres, debe ser de forma planificada, ordenada y transparente”, detallan.

Para la MPGR, la inversión de aproximadamente $10 millones de dólares para el equipamiento de los equipos tácticos operativos, Cuerpo de Bomberos y equipamiento de albergues
temporales, que hará Protección Civil, son necesarias pero no suficientes.

“Como sociedad civil consideramos que estas acciones son necesarias, pero creemos que se debe apostar al fortalecimiento del Sistema Nacional de Protección Civil que se constituya como una estructura integral de atención a emergencias, incorporando a las Comisiones Comunales de Protección Civil en este reforzamiento, dado que estas se encuentran en la primera línea de impacto
ante una emergencia o desastre”, afirman.

Cabe destacar que recientemente la Asamblea Legislativa autorizó al Gobierno Central la suscripción de un préstamo por $400 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para atender
cualquier emergencia provocada por fenómenos naturales.

Según la perspectiva climática del MARN prevé que en el Océano Pacífico se desarrollen 17 fenómenos, de los cuales 9 podrían alcanzar la categoría de Tormentas Tropicales y 8 de Huracanes.

Dichos fenómenos causan la pérdida de muchas vidas y cuantiosos costos económicos, por ejemplo, las Tormentas Tropicales Amanda y Cristóbal, del año 2020, dejaron como resultado 30 personas fallecidas y 150,000 personas afectadas; así mismo se contabilizaron $8 millones de pérdidas en infraestructura, incluyendo carreteras y puentes, además de $22.1 millones de pérdidas en cultivos de granos, hortalizas y frutas.

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