Netflix planea empezar a cobrar las cuentas compartidas a principios de 2023, un movimiento que ya había anticipado que realizará pese a ser consciente de que no gustará a los usuarios de la plataforma de contenidos en ‘streaming’.
Las cuentas compartidas se han convertido en un problema para Netflix a medida que los suscriptores de la plataforma descendían. Se trata de un fenómeno por el que un usuario paga una suscripción, generalmente la premium ya que admite varios dispositivos simultáneos, y da acceso a ella a otras personas cercanas, con quienes comparte los costes.
A lo largo de este año la compañía ha anunciado e introducido distintas medidas que anticipaban el fin de las cuentas compartidas, como un nuevo plan de suscripción más asequible con anuncios, la posibilidad de transferir un perfil a una nueva cuenta o cobrar un extra al titular por cada miembro adicional que la use a modo de subcuentas.
Netflix comenzará el próximo año a pedir a las personas que comparten una cuenta que paguen para seguir accediendo a los contenido. Y espera hacerlo a principios de 2023 en Estados Unidos.
No obstante, la compañía sabe que los usuarios no estarán conformes con este cambio. En un encuentro con inversores a principios de diciembre, el codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, ya dejó claro que a los usuarios no les iba a gustar la idea pero que la compañía tenía que asegurarse de que entendían el valor de pagar por el servicio.
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