La gratitud ayuda a la salud, especialmente del corazón
A todos nos vendría bien un poco más de positividad y aliento, especialmente cuando comenzamos algo nuevo. A continuación se presentan formas rápidas y sencillas en las que puede impulsar su viaje para volverse saludable para siempre.
Encuentra tres cosas que amas de ti mismo y escríbelas. Luego párate frente a un espejo y léelos en voz alta. Se siente muy bien amarte a ti mismo, ¿no es así?
La belleza se puede encontrar en lugares más impensables. Así que hoy, detente, mira a tu alrededor y captura una imagen mental (o real) de la belleza que ves.
Si algo te frustra hoy, presiona el botón de pausa. Toma un respiro y reformula el momento enfocándote en lo que ESTÁ en tu camino. Un poco de positividad hace la diferencia.
¿Cuándo fue la última vez que celebraste todas las cosas increíbles que tu cuerpo puede hacer? Tómate dos minutos para pensar realmente en ello, luego guarda esos pensamientos felices para un día lluvioso.
Comienza tu día con una sonrisa, incluso con una alarma telefónica, renombrándola como «Hoy viviré a todo». Solamente vibraciones positivas todo el día.
Todos tenemos defectos, somos humanos. Concéntrate en algo tuyo que para ti no es perfecto. Luego escribe una pequeña nota de amor al respecto. Porque el #amorpropio cura el alma.
La comida es tu propio lenguaje de amor, así que hoy piensa en alguien cuya cocina te reconforte el alma. Luego dile lo agradecido que estás por compartir ese regalo contigo.
Expresa un poco de aprecio adicional a alguien. Sé específico e intencional con tu amor: puedes alegrarle el día.
Enfócate en alguien que realmente podría estar pasándola mal. Ofrécete a recoger las compras o llama a un ser querido solo para registrarse.
Mantén un diario de alimentos hoy y en lugar de juzgarlos como «buenos» o «malos», agradece cada bocado.
El voluntariado es bueno para el alma, busca la forma de poder apoyar a una organización
Envíale un mensaje de texto a alguien y comparte tres razones por las que estás agradecido por ellos.
Durante una comida de hoy, deja el tenedor entre cada bocado. ¡Disminuye la velocidad y saborea el sabor!
Detente por un segundo antes de una comida. Empápate de los olores, disfruta el momento y agradece a quien lo preparó (¡especialmente si fuiste tú)!
Piensa en tres cosas rápidas por las que estás agradecido y repítelas cuando te sientas triste.
Hoy, haz una pausa durante unos minutos para reflexionar y escribir sobre cómo te sientes. Reflexiona y aprende: ¡es la única manera de crecer!
