Sáb. Abr 27th, 2024
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David Cohen, residente de California, recuerda cuánto le conmovió aprender sobre el Holocausto en la escuela. Pero ese terrible evento cobró mayor significado para él cuando se hizo testigo de Jehová en 1991.

“Muchos sufrieron a manos del régimen nazi, incluidos los testigos de Jehová. Saber lo que pasaron mis hermanos espirituales es instructivo y muy personal”, dijo David Cohen.

El 27 de enero, aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Bir- kenau, ha sido designado El Día Internacional de Conmemoración en Memoria del Holo- causto para honrar a los 6 millones de víctimas judías del Holocausto y a millones de

otras víctimas del nazismo. El tema de este año es “La fragilidad de la libertad”, que re- salta la vulnerabilidad de la expresión religiosa y otras libertades ante el abuso y la res- tricción.

Los testigos de Jehová, conocidos entonces en Alemania como “Bibelforscher” (Estudiantes de la Biblia), están entre las víctimas menos conocidas de la opresión nazi. Según el profesor Robert Gerwarth, los Testigos eran “el único grupo en el Tercer Reich que fue perseguido solo por sus creencias religiosas”.

«Comprendemos y reconocemos que la persecución nazi se asocia en primer lugar con el asesinato sistemático de aproximadamente dos tercios de la población judía de Europa», dijo Jason Hohl, portavoz nacional de los testigos de Jehová. “La magnitud de tal horror no tiene igual. También reconocemos que otros grupos, incluidos los Testigos, sufrieron mucho”.

De unos 35.000 Testigos que había entonces en Alemania y los territorios ocupados por los nazis, más de dos tercios fueron arrestados por su fe, y casi uno de cada ocho fue enviado a campos de concentración. Unos 1.600 de ellos perdieron la vida, 548 por ejecución. Cientos de niños de familias Testigos fueron llevados a reformatorios u hogares nazis para ser “germanizados”.

Una de estas fue Hermine Liska, que apenas tenía 11 años cuando se la quitaron a su familia para enviarla a un centro de reeducación.

En su autobiografía ella recuerda que “se esperaba que todo ciudadano saludara a los demás diciendo ‘Heil Hitler’. Me negué a hacerlo porque ‘heil’ en alemán significa ‘salvación’, y yo no iba a atribuirle la salvación a Hitler. Yo sabía que Jesucristo era mi Salvador”.

El régimen nazi calificó a los testigos de Jehová como “enemigos del Estado”, según la historiadora Christine King, debido a “su negativa pública a aceptar incluso los elementos más diminutos del [nazismo] que no concordaran con su fe y sus creencias”.

Sus miembros mantenían una postura de neutralidad política, basada en su entendimiento de las enseñanzas de Cristo, y se negaban a saludar los símbolos nazis, a participar en actos racistas y violentos, o a unirse al ejército alemán. De hecho, la literatura que los Testigos distribuían por todo el mundo “identificaba los males del régimen, incluso lo que les estaba sucediendo a los judíos”, señaló King en el sitio web de Yad Vashem, el centro mundial para la conmemoración del Holocausto.

En consecuencia, los Testigos estuvieron entre los primeros en ser enviados a campos de concentración, donde portaban un símbolo particular en su uniforme: el triángulo púrpura.

Los Testigos fueron el único grupo enviado a los campos de concentración que podía salir libre si firmaban una declaración “Erklärung” en la que renunciaban a su fe y se comprometían a denunciar a sus compañeros creyentes a la policía y a someterse plenamente al gobierno nazi. Pocos lo hicieron.

El valor de estas personas comunes y corrientes en defensa de su fe les recuerda a personas como Cohen cuánto deben valorar su adoración. «Sus experiencias profundizan mi determinación de mantener una estrecha relación con Dios», dijo Cohen.

«Este día es un crudo recordatorio de lo frágil que es la libertad», afirmó Jason Hohl. “Incluso hoy, los testigos de Jehová son atacados sistemáticamente (encarcelados, golpeados y torturados) por practicar pacíficamente su fe en ciertos países, particularmente en Rusia y otros estados totalitarios”.

Para más información sobre la experiencia de los testigos de Jehová en tierras controladas por los nazis durante las décadas de 1930 y 1940, y actualmente en Rusia.

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