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Guatemala—Más de 500 agentes del Sistema Penitenciario y la Policía Nacional Civil (PNC) irrumpieron este martes en el centro preventivo El Boquerón, en Santa Rosa, como parte de una operación para recuperar el control de sectores dominados por la mara Salvatrucha.
Desde la madrugada, las fuerzas de seguridad se desplegaron para realizar una requisa minuciosa. El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, anunció la acción a través de la red social X, subrayando que esta ofensiva busca debilitar las estructuras criminales que operan desde las cárceles y eliminar los privilegios de los reclusos.
Durante la inspección, las autoridades localizaron artículos que evidencian el nivel de vida irregular que algunos privados de libertad mantenían dentro del penal. Entre ellos se encontraron electrodomésticos como refrigeradoras, cafeteras, microondas y freidoras de aire; dispositivos electrónicos como pantallas, equipos de sonido y videojuegos.
Operativos simultáneos
Mientras se desarrollaba la intervención en Santa Rosa, unidades tácticas de la PNC ingresaron también al centro carcelario de hombres en Santa Cruz del Quiché. Esta operación, al igual que la anterior, tuvo como objetivo detectar objetos prohibidos y reforzar la seguridad penitenciaria. Ambas acciones forman parte de una ofensiva nacional dirigida por el Ministerio de Gobernación para recuperar el orden dentro del sistema carcelario.
Requisa previa en zona 18 mostró arsenal y tecnología
Estas operaciones suceden a la megadiligencia realizada el 3 de junio en el sector 11 del Preventivo para Hombres de la zona 18, donde se incautó un amplio conjunto de objetos no autorizados. Entre ellos se encontraron dos armas de fuego (una robada este año en Santa Rosa), además de una notable cantidad de artículos electrónicos y de confort como 29 televisores, 44 bocinas, tres teatros en casa, una refrigeradora, dos impresoras, seis reproductores de DVD, un aire acondicionado, dos consolas Xbox, una computadora y ocho ventiladores. También se localizó un taladro eléctrico, así como objetos peligrosos como cuchillos, martillos, tijeras, trituradoras y encendedores.
El ministro Francisco Jiménez, junto al viceministro de Seguridad, José Portillo, y el director de la PNC, David Custodio Boteo, reiteraron que no habrá concesiones al crimen organizado dentro de las cárceles. Custodio Boteo declaró enfáticamente que “no habrá diálogo con delincuentes” y que la prioridad es recuperar el control absoluto de todos los centros penitenciarios.
Las autoridades afirmaron que estas requisas marcan el inicio de una nueva fase en la política carcelaria del país. Se pondrá fin a los beneficios irregulares y se fortalecerán los controles internos, con el fin de garantizar que las cárceles funcionen únicamente como espacios de cumplimiento efectivo de la ley, no como centros operativos de estructuras delictivas.