La administración Trump aprobará a finales de diciembre un intercambio de tierras que otorgará a la firma Rio Tinto Ltd y a sus socios, la cual comprende más de 9,7 kilómetros cuadrados para la construcción de una mina de cobre en Arizona, esto a pesar de que el proyecto destruirá lugares religiosos y culturales sagrados para los nativos americanos.
De acuerdo con los líderes tribales y otros críticos, el gobierno estadounidense está acelerando el proceso de contrarreforma ecológica antes de que Trump sea reemplazado por Joe Biden, acusaciones que han sido negadas por la Casa Blanca y Rio Tinto.
Este intercambio de tierras pone en manifiesto la disyuntiva entre los derechos de los pueblos indígenas y la necesidad de impulsar la producción de metales para fabricar paneles solares, turbinas eólicas y baterías de vehículos eléctricos.
Según la tribu apache San Carlos, si se construye la mina destruiría la tierra considerada hogar de deidades religiosas, donde celebran ceremonias tribales.
“Se trata de libertad religiosa”, dijo el presidente de la Tribu Apache de San Carlos, Terry Rambler. “Para mí y nuestro pueblo, es una lucha no sólo por hoy, sino por nuestros hijos y nietos”, añadió Rambler.
La firma Rio Tinto y su socio BHP Group Plc han querido acceder al deposito subterránea de cobre en el Bosque Nacional Tonto, que colinda con la reserva de San Carlos, durante años.
Con información de Reuters.