Jue. May 2nd, 2024

Un nuevo estudio publicado en Annals of Emergency Medicine destaca la importancia de proteger a los médicos residentes, es decir a los médicos que inician su carrera todavía en formación y los equipos de atención de emergencia de agresiones físicas o verbales.

De acuerdo con la encuesta de 123 médicos, residentes y personal en un departamento de emergencias se encontró que el 78% de todos los trabajadores de la salud experimentaron un asalto violento en los 12 meses anteriores, incluido más de uno de cada cinco (22%) residentes de médicos de emergencia, mientras que el 89% de los residentes sufrieron agresión verbal por parte de un paciente en los 12 meses anteriores, en comparación con el 80% de otros trabajadores de la salud.

«Los incidentes violentos o amenazantes en el departamento de emergencias representan riesgos para la seguridad de todos, pero también pueden afectar la salud mental de los trabajadores de la salud y pueden aumentar la probabilidad de agotamiento», dijo la autora principal y médica de emergencias de la Universidad del Norte de Carolina (UNC), Departamento de Medicina de Emergencia de Chapel Hill, Lauren Querin. «Estos encuentros ocurren con frecuencia y, a menudo, no se informan», agregó.

Asimismo, demostró que del total de encuestados que sufrieron agresión física o violencia, el 19% no habló del incidente con nadie, mientras que aproximadamente la mitad, es decir el 53% solo discutió el incidente con sus colegas y solo el 20% presentó un informe formal del incidente con el hospital o la policía. Entre los residentes, el 96% discutió los incidentes solo con un colega o con nadie.

De igual manera el análisis arrojó que la experiencia de los residentes con la agresión se volvió más común con el tiempo en el programa, pues el 72% de los residentes de primer año y el 100% de los residentes de segundo y tercer año experimentaron agresión verbal. Si bien ningún residente de primer año informó de una agresión física, el 25% de segundo año y el 36% de tercer año indicaron que habían sido agredidos físicamente.

“Se puede hacer más para garantizar que cada miembro del equipo de atención de emergencia pueda priorizar la atención del paciente en lugar de preocuparse por su propia seguridad en el trabajo”, dijo el presidente de la Asociación de Residentes de Medicina de Emergencia (EMRA), RJ Sontag.

“Este estudio analiza un departamento de emergencias, pero historias como estas son comunes en todo el país. Debemos empoderar a los residentes y otras personas para que informen de estos incidentes y tomen las medidas necesarias para proteger a los trabajadores de la salud y a los pacientes ”, agregó.

Además, solo 24% de los residentes cree que los protocolos de violencia en el lugar de trabajo establecidos en sus instalaciones son adecuados, mientras que el 30% no cree que las protecciones sean suficientes y el 38% no estaba seguro. El 8% no estaba seguro de cuáles eran los protocolos.

El análisis menciona los relatos anónimos de primera mano de violencia, agresión sexual o amenazas personales se detallan en el análisis, tal como el caso de un residente que informó que un paciente que estaba siendo dado de alta amenazó con «venir a buscarme y dispararme en las rótulas».

También, otro residente comentó: «No solo estaba asustado por mí y por el resto del personal … sino también por las lesiones que sufriría el paciente y que tendría que tratar».

Cabe señalar que este análisis cualitativo se hace eco de los hallazgos de una encuesta de 2018 de más de 3,500 médicos de emergencia en todo el país del Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencia (ACEP). ACEP está liderando esfuerzos con médicos, hospitales, equipos de atención, reguladores y legisladores para abordar la violencia en el departamento de emergencias, incluido un trabajo extenso para apoyar la introducción de la «Ley de prevención de la violencia en el lugar de trabajo para trabajadores de servicios sociales y de atención médica de 2021», por El representante Joe Courtney (D-CT) y una coalición bipartidista en la Cámara de Representantes.

Es importante mencionar que para sus miembros, ACEP ofrece oportunidades de educación, capacitación y defensa destinadas a frenar la violencia en el departamento de emergencias. La asociación también lanzó «No Silence on ED Violence», una campaña con la Asociación de Enfermeras de Emergencia (ENA) que brinda a las personas afectadas la oportunidad de compartir historias y aumentar la conciencia sobre la violencia en el lugar de trabajo al tiempo que brinda recursos y una red de pares que apoya a las enfermeras y médicos de emergencia. .

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