Un avión procedente de Honduras aterrizó en Venezuela la madrugada de este viernes, transportando a 178 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos, incluyendo 13 mujeres. Este es el segundo grupo que llega al país tras la reanudación de los vuelos de deportación acordados entre Caracas y Washington, después de una suspensión de un mes.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, recibió a los deportados en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, declarando que estos compatriotas habían sido «estigmatizados» en Estados Unidos. Expresó su preocupación por los venezolanos detenidos en El Salvador, calificando su situación como un «secuestro».

La reanudación de los vuelos de deportación se produce en medio de tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, cuyas relaciones diplomáticas están rotas desde 2019. Ambos países se han acusado mutuamente de obstaculizar acuerdos previos sobre deportaciones. En febrero, se coordinaron tres vuelos que repatriaron a 366 venezolanos.
Paralelamente, Estados Unidos ha deportado a más de 200 venezolanos acusados de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua, enviándolos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, una prisión de máxima seguridad. Esta acción se realizó invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una medida que ha generado controversia y desafíos legales.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, defendió estas deportaciones masivas, alegando que el régimen venezolano estaba impulsando migraciones hacia Estados Unidos en grandes cantidades. Por su parte, el gobierno venezolano ha reiterado su exigencia de liberar a los compatriotas detenidos en El Salvador.
Según datos de la ONU, casi 8 millones de venezolanos han abandonado su país debido a la crisis económica. El gobierno venezolano afirma que más de 1,2 millones han regresado.