La nación caribeña ha solicitado apoyo de los Estados para lograr la paz y la seguridad en su territorio, debido a la violencia que ejercen las pandillas. Con esta misión no se afectará la soberanía de Haití, sino que permitirá restablecer los derechos humanos de sus habitantes.
El Salvador apoya el “Acuerdo sobre las Protección de la Condición de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) en Haití”, avalado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y liderada por Kenia, para recuperar el control del país caribeño que es asediado por las pandillas.
En la sesión plenaria 27, con los votos de 57 diputados, se ratificó dicho convenio, el cual faculta a que un contingente de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) apoye a las Fuerzas de paz de la ONU (Cascos Azules) con programas de evacuación médica en Haití.
“El fin es establecer las disposiciones legales y formalizar los términos y condiciones ideales para el despliegue y funcionamiento de la misión del contingente de la FAES que harán evacuaciones médicas”, explicó el parlamentario Walter Alemán.
El objetivo es que los derechos humanos de los haitianos se reestablezcan y puedan vivir en un país libre, en donde haya desarrollo económico y crezca el turismo.
Actualmente, la cifra de secuestros, violencia sexual, trata de personas, tráfico de migrantes, homicidios, asesinatos y contrabando de armas ha incrementado en ese país.
Se estima que al menos 200 grupos de pandillas operan en dicha nación, principalmente en Puerto Príncipe, la capital. En 2022, el país solicitó ayuda internacional para auxiliar a la Policía en su lucha contra los grupos delictivos.
Además de El Salvador, hay otras 13 naciones, la mayoría latinoamericanas, que realizan gestiones internas para poder apoyar a Haití.