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ElSalvador–La niña salvadoreña Ivania Nicole, de nueve años, libra este martes su cuarto día en la unidad de cuidados intensivos pediátricos del Hospital Benjamín Bloom, en San Salvador, luego de haber sido atropellada por un conductor guatemalteco en la carretera hacia la frontera Las Chinamas, Ahuachapán.
El presidente Nayib Bukele afirmó en redes sociales que la menor “sigue en estado delicado, pero estable”, una valoración que no implica aún estar fuera de peligro.
De acuerdo con el parte médico que el mandatario divulgó, el cerebro de la paciente no registra aumentos recientes de presión ni nuevos sangrados, y la fiebre que registró el lunes cedió tras la administración de antibióticos, mientras el hígado, los riñones y el sistema respiratorio mantienen funciones adecuadas, lo que permite sostener la sedación profunda y la ventilación mecánica sin recurrir a drogas vasoactivas.
El signo que más preocupa al equipo neurocrítico es la escasa reacción de las pupilas a la luz, indicador de posible lesión cortical o edema persistente, por lo que la niña permanece en coma inducido; los intensivistas reducen la actividad cerebral con sedantes de acción corta y control de temperatura, buscando preservar tejido neuronal viable y evitar hipertensión intracraneal secundaria.
El protocolo prevé disminuir gradualmente los fármacos sedantes tan pronto como la presión intracraneal se mantenga estable durante al menos 24 horas, para evaluar la respuesta motora, los reflejos del tronco encefálico y la necesidad de soporte ventilatorio; neurocirujanos consultados explican que ese proceso suele extenderse entre 48 y 72 horas, siempre que no surjan complicaciones como edema agudo o infección intrahospitalaria.
La tragedia ocurrió el viernes 4 de julio, cerca de las 17:00, cuando Ivania intentó cruzar la ruta CA-8 W, el vehículo que la embistió era conducido por Jason José Herrera Orozco, de 28 años y nacionalidad guatemalteca, quien tras el impacto trató de abandonar el país por un punto ciego, pero fue interceptado por militares y entregado a la Policía Nacional Civil.
Personal del Sistema de Emergencias Médicas estabilizó a la menor en la Unidad de Salud de El Coco y la trasladó en helicóptero hasta la capital, un vuelo de 25 minutos que resultó crucial para mantener la oxigenación cerebral, según especialistas.
Al llegar, neurocirujanos colocaron un sensor intraventricular para monitorear la presión y drenaron una pequeña colección subdural, mientras cirujanos torácicos trataron una contusión pulmonar y un hemo-neumotórax derecho.
Las actualizaciones presidenciales comenzaron la noche del accidente y se repiten cada doce horas; el sábado Bukele alertó de un pico de presión intracraneal y pidió oraciones, el domingo celebró que la presión ya había bajado pero reconoció que los riñones se mostraban lentos, el lunes informó que la niña necesitaba menos apoyo del ventilador y hoy subrayó que no hay nuevos sangrados, aunque reiteró que cada día presenta retos distintos.
Mientras tanto, feligreses de Ahuachapán y Santa Ana organizaron cadenas de oración y campañas de donación de sangre tipo O positivo, la requerida por la paciente; colectivos de seguridad vial aprovecharon el caso para exigir reductores de velocidad en el tramo, donde ya se contabilizan 14 atropellos en lo que va del año, cuatro de ellos mortales, y el Ministerio de Obras Públicas anunció que instalará señalización fluorescente desde el miércoles.
La defensa de Herrera Orozco pidió arresto domiciliar ante el Juzgado Primero de Paz de Ahuachapán alegando arraigo laboral en Guatemala, pero la Fiscalía solicitó prisión preventiva al estimar peligro de fuga; la audiencia inicial está prevista para el jueves 10 de julio, y el delito que se le imputa es lesiones culposas agravadas con la agravante de abandono del lugar del accidente.
Al cierre de esta edición, el equipo médico preparaba un nuevo TAC cerebral de control y la familia, acompañada por personal psicológico, aguardaba señales que permitan atenuar el pronóstico reservado; “Primero Dios saldrá adelante”, escribió Bukele en su último mensaje, reflejando la expectación de un país que celebra cada hora sin retrocesos en la lucha de Ivania por sobrevivir.