China ha declarado el estado de emergencia debido a la propagación simultánea de múltiples virus, lo que ha llevado al colapso de hospitales y crematorios en diversas regiones del país.
Entre los virus identificados se encuentran la Influenza A, el metapneumovirus humano (HMPV) y el COVID-19.
La situación ha generado preocupación internacional, especialmente al aproximarse el Año Nuevo Lunar chino, evocando recuerdos de la aparición del coronavirus en Wuhan en 2019.
Las autoridades chinas han asegurado que están siguiendo las pautas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para controlar la propagación de estos virus.
Sin embargo, la magnitud de los brotes ha puesto en duda la eficacia de las medidas implementadas hasta el momento.
La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de esta crisis sanitaria, preocupada por las posibles implicaciones para la salud pública global.