Lic. Carlos Huezo / Sociólogo
En las últimas elecciones electorales, la población salvadoreña emitió a través del voto soberano un mensaje contundente de hartazgo y repudio a la partidocracia tradicional salvadoreña.
Sin embargo, esas cúpulas partidarias que quisieron camuflar y advirtieron replantearse para la próxima contienda, la medición más reciente del soberano emite un mensaje contundente a dichos partidos sin credibilidad, dándole un 96% de aprobación al actual gobernante y como joya de la corona Cid Gallup refleja que nueve de cada diez salvadoreños se sienten orgullosos del presidente Bukele.
Cito a Winston Churchill
» El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de bienes. La virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de miseria.
«Desde mi óptica la población lo entendió a la perfección y se inclinó por un modelo propio, basado en nuestra propia realidad, dónde Bukele más allá de ser conocedor de nuestra realidad supo descifrar paso a paso como cambiar la realidad en nuestro país, según todos los indicadores que nos muestran esa ruta correcta, siendo de esa manera la instauración del modelo Bukele, muy reconocido en el mundo.
Algunos reaccionarios que participaron en los desgobiernos de los 10 años de ese partido cadáver del Fmln, se rasgan las vestiduras, levantando la bandera del Alzheimer, quieren confundir los salvadoreños y tergiversar la realidad, por tal razón cito a Mario Vargas Llosa en su frase » El socialismo es una utopía que, al tratar de realizarse, termina en pesadilla.» Sin duda nos llevaron a ese caos colosal en todo sentido.
Ecuador, Argentina, Chile recientemente han coincidido por gobiernos basados en su propia realidad y no en doctrinas nocivas para nuestros pueblos, se acerca Venezuela, Colombia, Brasil etc.
Son tiempos diferentes, dónde las banderas ideológicas no son lo más importante, sino una bandera de desarrollo común que vuele por la historia concatenando con cambios sustanciales que pasan por los indicadores y se reflejan en cambios tangibles en favor del pueblo.
Mientras Nayib Bukele conecta con más del 96% de la población, los reaccionarios se consumen, con el rechazo y hartazgo del pueblo salvadoreño.
Cuidemos este nuevo El Salvador
