Jue. Abr 25th, 2024
Por:
Ms. Luis José Samayoa Rodríguez / Abogado y Máster en Asesoría Fiscal y Tributaria 
Lic. José Rodolfo López Mira / Economista y Trabajador Social

La canasta básica alimentaria (CBA) puede ser definida como el conjunto de productos alimenticios suficientes para satisfacer necesidades de un hogar estándar, es decir, un hogar promedio.   

Recientes estudios de la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC), institución que forma parte del Ministerio de Economía (MINEC), revela que los productos de la canasta básica alimentaria han incrementado el valor de adquisición de los mismos, más allá de la fijación de precios que la Defensoría de Protección al Consumidor sugiere realizar a los precios establecidos.

La canasta básica alimentaria, es la ingesta de calorías mínima necesaria para realizar un trabajo y en El Salvador se calcula el precio de la ración diaria por persona para obtener el costo mensual. Se elabora a partir del valor del pan francés, tortillas, arroz, carnes, grasas, frutas, verduras, leche, entre otros alimentos. El registro del costo mensual de la canasta básica urbana y rural, es un indicador que se utiliza para medir la pobreza extrema y relativa de los países, pues permite identificar la capacidad económica de los hogares de comprar los alimentos necesarios para subsistir.

Pobreza monetaria

Entre los indicadores más relevantes que se obtienen a través de la EHPM, está el de la pobreza monetaria, el cual se clasifica en extrema y relativa; y como parámetro se emplea el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). En pobreza extrema se ubican aquellos hogares que con su ingreso per cápita no alcanzan a cubrir ese costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA).

Fuente: Digestyc

Durante el año 2020 se dieron tres importantes alzas de precios de la CBA urbana. Si bien en el mes de enero esta mantuvo levemente bajo el promedio del año 2020, en mayo subió a los $ 209.83, en junio subió hasta $ 211.44 y en julio bajó de nuevo $ 0.33 a  la de mayo, es decir $ 209.33. Estos aumentos, a los estratos pobres extremos los complicó. Posiblemente por la pandemia hubo cierto desabastecimiento, además de que en estos meses, precisamente el cultivo del frijol y maíz, está en su época de siembra, crecimiento y cosecha. Esta no llega a los mercados hasta aproximadamente en agosto, en que bajó nuevamente a $ 203.72, la canasta. Aun ante la crisis económica originada por la pandemia de COVID-19, la actividad comercial en la región tuvo leves restricciones, el paso de transporte de carga y aéreo continuó levemente circulando. Sin embargo, las autoridades competentes sugirieron fijar precios para evitar un alza arbitraria del valor de los productos que componen la CBA.

Para inicios de 2021, la DYGESTIC únicamente refleja el promedio de la CBA zona urbana del mes de enero 2021, el cual es de $199.24 (último registro verificado en marzo 02 de 2021). Con respecto al ámbito rural, aun no se tienen datos oficiales. Lo anterior muestra en la zona urbana una disminución leve del promedio con el que se cerró en 2020.

Se vuelve de suma importancia por parte del sector comercio, atender la fijación de precios establecidas por la Defensoría de Protección al Consumidor y el resto de entidades competentes en la materia, con el objeto de no incurrir ante una infracción pecuniaria de carácter administrativa, la cual según la Ley de Protección al Consumidor puede ascender hasta 200 salarios mínimos de multa.

El costo de los alimentos es alto, ya notamos que tendremos menos alimentos con el mismo dinero. Por consiguiente, es menester implementar mecanismos de acción por parte de las entidades gubernamentales con el objeto de lograr una mejora en la adquisición y la venta de los productos que integran la canasta básica alimentaria de la población en El Salvador.

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