Jue. Mar 28th, 2024

La Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos en El Salvador, MPGR, expresó su postura de rechazo a la construcción del aeropuerto en el departamento de La Unión, por considerar que dicho proyecto constituye un grave riesgo para los ecosistemas de la zona donde se pretende ejecutar dicha obra.

Comunicado MPGR

Para la MPGR, pese a que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha advertido que el mismo tiene un Impacto Ambiental Potencial Moderado o Alto, en resolución emitida por esta cartera en el año 2021, los planes de construcción del Aeropuerto Internacional del Pacífico, como se le ha nombrado, continúan

“Como organizaciones de la sociedad civil vemos con preocupación que se ignoren las advertencias plasmadas en la evaluación ambiental del MARN, presentada a CEPA el año pasado, tras la visita al Cantón Loma Larga, municipio de Conchagua, en el departamento de la Unión, donde se proyecta la ubicación de dicho aeropuerto”, expresa la MPGR, en su comunicado.

Proyecto del Aeropuerto en el departamento de la Unión.

La evaluación indica que al sureste del proyecto existe un ecotono (zona de transición entre dos ecosistemas diferentes) asociado con un área de manglar, ubicada a una distancia de 30 metros.

Por lo tanto, esta construcción violaría el artículo 9 de la Ley de Áreas Naturales Protegidas, advierten.

“Los bosques salados son bienes nacionales y forman parte del patrimonio natural del Estado. Los humedales continentales y artificiales, cráteres, lavas, farallones, lagos y lagunas, arrecifes coralinos y rocosos naturales o artificiales y acantilados forman parte del patrimonio natural del Estado, y mientras no se demuestre titularidad privada, se consideran bienes nacionales”.

De acuerdo a la UNESCO, los manglares como ecosistemas que se encuentran en el límite entre la tierra y el mar son singulares, espectaculares y prolíficos, mantienen una rica biodiversidad y proporcionan un valioso hábitat de cría para peces y crustáceos. Los manglares también actúan como una forma de defensa costera natural contra las mareas de tormenta, los tsunamis, el aumento del nivel del mar y la erosión, sus suelos son sumideros de carbono altamente eficaces, reteniendo grandes cantidades de carbono.

Por otra parte, la evaluación del MARN señala algunos hallazgos en la zona:
El área del proyecto es conocida por servir de corredor de tránsito y anidamiento temporal de especies de aves residentes y migratorias, en la zona se encuentran especies locales en peligro de extinción como la Lora Nuca Amarilla. Para la etapa de funcionamiento del aeropuerto existe
el riesgo de posibles “colisiones accidentales” entre las aeronaves y las aves.

Además, la MPGR agrega que el sitio es un corredor biológico primario, ya que sirve de paso para algunos mamíferos.

Así mismo, existe presencia de sitios de reproducción de especies de camarón de agua dulce y salada en la quebrada Condadillo, altamente sensibles a cambios físico-químicos en su hábitat.

El proyecto es atravesado por cuatro cauces de ríos, entre ellos el río Managuara, río Condadillo, la quebrada Condadillo que drenan hacia el Estero Los Limones o Bananera y hacia el Estero El Tamarindo.

Susceptibilidad de inundaciones alta o muy alta debido a: la cuenca del río Managuara inicia en el municipio de El Carmen, La Unión a una distancia de aproximadamente 20 kilómetros, aguas arriba del punto de intersección con el proyecto, y la confluencia de otros ríos, detalla la MPGR.

Para la MPGR, este proyecto del Aeropuerto Internacional del Pacífico afectará a muchas familias que viven desde hace varios años en las zonas donde se ha planificado su construcción, por lo que tienen el derecho de ser consultadas de forma previa, libre e informada del proyecto, ya que se violentan sus derechos de diferentes formas.

“Como Sociedad Civil exigimos se cumpla con los señalamientos de la resolución donde se manda a la realización del estudio de impacto ambiental”, agregan.

En resumen, el proyecto del aeropuerto tal y como está planteado generaría profundos impactos negativos a los ecosistemas y afectación a la vida de la población, especialmente a las mujeres, niñez, adolescencia, personas con discapacidad y adultas/os mayores, que son consideradas población que viven en situación de vulnerabilidad. Así como potenciaría las posibles afectaciones ante fenómenos climatológicos adversos, poniendo en riesgo la sostenibilidad de todas las formas de vida en la zona, finaliza la MPGR.

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