Sáb. Abr 27th, 2024
Foto: Steve Buissinne en Pixabay

El fin o el principio de año pueden ser los mejores o los peores momentos. Las celebraciones llenas de energía, el énfasis en las noticias de alegría y los reencuentros con familiares y amigos pueden aportar felicidad y consuelo, pero también pueden tener el efecto contrario en las personas que se sienten aisladas y solas, especialmente los adultos mayores.

«Esta temporada puede ser particularmente difícil para los adultos mayores que no tienen tantas conexiones sociales, o se ven impedidos por limitaciones físicas, debido a todos los mensajes de actividades y estar comunicados, afirma la Dra. Sonja Rosen, doctora en Medicina y jefa de la Sección de Medicina Geriátrica de Cedars-Sinai.

El Director General de Salud Pública de los Estados Unidos ha descrito la soledad y el aislamiento como una epidemia que afecta al 50% de la población y se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, demencia, accidente cerebrovascular, depresión, ansiedad y muerte.

«La soledad y el aislamiento, que forman parte de lo que llamamos ‘determinantes sociales de la salud’, son riesgos establecidos de mala salud y muerte prematura, especialmente para los adultos mayores. Los riesgos para la salud son equivalentes a fumar hasta 15 cigarrillos al día», dijo la geriatra del Cedars-Sinai Dra. Allison Moser Mays, MAS. «Pero también sabemos que estar más conectado socialmente puede disminuir el riesgo de mortalidad hasta en un 50%».

La pérdida de audición, el deterioro de la memoria, la incapacidad para conducir con seguridad y otros cambios funcionales que pueden venir con la edad afectan al deseo o la capacidad de asistir a las reuniones navideñas y pueden exacerbar los sentimientos de soledad y ansiedad.

«Vemos que muchos de nuestros pacientes no quieren salir tanto porque son incapaces de comunicarse bien. Las grandes reuniones familiares o de amigos, o simplemente salir a un restaurante con otras personas, puede ser muy estresante si se esfuerzan por oír o tienen dificultades para seguir las conversaciones. Es posible que prefieran quedarse en casa y aislarse antes que sentirse fuera de lugar o ansiosos», afirma Mays, profesora adjunta de Medicina.

El duelo y la pérdida también pueden ser factores importantes del aislamiento social y la soledad a medida que las personas envejecen.

«Esta puede ser una época del año especialmente difícil para cualquiera que haya sufrido una pérdida o que no tenga ese sentimiento de comunidad que desearía tener. Eso es realmente lo que define la soledad: no tener las conexiones sociales que uno desea», comenta Mays.

Los geriatras de Cedars-Sinai abordan el tema de la pérdida y el duelo durante las visitas de los pacientes y pueden remitirles a trabajadores sociales o a grupos de apoyo.

«Si conoce a una persona se siente sola, si le ha comentado que desearía no estar tan sola y quiere ayuda, vea si hay barreras que la mantienen aislada, como la falta de transporte o los sentimientos de dolor y pérdida. Averigüe qué puede hacer para ayudarles», afirma Rosen, catedrática de medicina.

Loading

Facebook Comments Box
Compartir esta nota