Marzo es el Mes de Concientización sobre la Autolesión y el 1 de marzo se reconoce como el Día de Concientización sobre la Autolesión (SIAD, por sus siglas en inglés). Es un evento mundial cuyo propósito es eliminar el estigma asociado con la autolesión y alentar a los padres, familiares, educadores y profesionales de la salud a reconocer los signos de la autolesión.
Según el libro Healing Self-Injury: A Compassionate Guide for Parents and Other Loved Ones, de Janis Whitlock y Elizabeth E Lloyd-Richardson, no es inusual que los jóvenes se autolesionen, como cortarse, quemarse o rasguñarse hasta sangrar. Esto es algo que molesta a los padres y a muchos les preocupa que la autolesión sea una señal de que su hijo tiene tendencias suicidas.
La relación entre la autolesión y la ideación suicida puede parecer similar, lo que hace difícil distinguir entre ambas. La autolesión casi siempre se utiliza para sentirse mejor en lugar de como un intento de acabar con la propia vida. Por eso, el término técnico para la autolesión es autolesión no suicida o NSSI.
Los síntomas de la autolesión pueden incluir cicatrices, a menudo en patrones; cortes y moretones recientes; frotamiento excesivo de una zona para crear una quemadura; uso de mangas largas o pantalones largos para ocultar las lesiones; informes frecuentes de lesiones accidentales; y hablar de impotencia, desesperanza e inutilidad. Según un extracto del libro, los jóvenes que se autolesionan tienen un mayor riesgo de ideación suicida. El sesenta y cinco por ciento de los jóvenes que se autolesionan también tendrán pensamientos suicidas en algún momento. Si bien la autolesión no suicida no causa suicidio, Whitlock y Lloyd-Richardson señalan que la autolesión puede reducir las inhibiciones hacia la ideación suicida.
Los factores que pueden aumentar el riesgo de progresar de la autolesión al suicidio incluyen conflictos familiares, más de 20 incidentes de autolesión no intencional, trauma emocional o sexual, sentimientos de desesperanza, abuso de sustancias, participación en conductas de riesgo y un diagnóstico de trastorno depresivo mayor (TDM) o TEPT.
La Fundación Jason, Inc. (JFI) es líder nacional en la prevención del suicidio juvenil a través de programas educativos y de concientización. Uno de los muchos programas que ofrece la JFI es un módulo de capacitación de una hora titulado Autolesión no suicida. Esta capacitación analiza el problema de la autolesión no suicida y su relación con la ideación suicida. Se estudian ejemplos de autolesión no suicida, los factores que contribuyen y los signos asociados con la conducta. Además, se brindan recomendaciones sobre cómo responder ante un joven que puede estar luchando contra la autolesión.