La Organización de las Naciones Unidas (ONU), presenta su nuevo informe en la que evidencia que los pueblos indígenas y tribales son los mejores guardianes de los bosques de América Latina y el Caribe y reconoce a Panamá como uno de los países pioneros de la región en reconocer los derechos territoriales de los pueblos indígenas.
Según la ONU, la mejora de la tenencia de los bosques por parte de los pueblos indígenas y tribales puede reducir las tasas de deforestación y la pérdida de biodiversidad, evitando las emisiones de C02, sin embargo, destacan que se necesita más inversión para abordar las crecientes amenazas que afectan a estos bosques.
Así mismo la ONU, señala que las tasas de deforestación en América Latina y el Caribe son significativamente más bajas en los territorios indígenas y tribales donde los gobiernos han reconocido formalmente los derechos colectivos territoriales, y mejorar la seguridad de la tenencia de estos territorios.
“Los pueblos indígenas y tribales y los bosques en sus territorios cumplen un papel vital en la acción climática global y regional, y en la lucha contra la pobreza, el hambre y la desnutrición. Sus territorios contienen alrededor de un tercio de todo el carbono almacenado en los bosques de América Latina y el Caribe y el 14 por ciento del carbono almacenado en los bosques tropicales de todo el mundo”, dijo el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
Cabe mencionar que el informe de la ONU está basado en una revisión de más de 300 estudios publicados en las últimas dos décadas. El nuevo informe revela por primera vez hasta qué punto la ciencia ha demostrado que los pueblos indígenas y tribales en general han sido mucho mejores guardianes de sus bosques en comparación con los responsables de los demás bosques de la región.
Ante esta investigación la ONU, recomienda que su función protectora está cada vez más en riesgo, en un momento en que la Amazonía se acerca a un punto de inflexión, que podría tener impactos preocupantes en las precipitaciones y en la temperatura y, eventualmente, en la producción de alimentos y el clima global.
La ONU, a través de este informe pide a los gobiernos, a los financiadores climáticos, al sector privado y a la sociedad civil que inviertan en iniciativas que fortalezcan el papel que juegan los pueblos indígenas y tribales en la gobernanza forestal, refuercen los derechos territoriales comunales, compensen a las comunidades indígenas y tribales por los servicios ambientales que brindan, y que faciliten el manejo forestal comunitario.
Porque según los estudios, los mejores resultados se observaron en los territorios de los pueblos indígenas que cuentan con títulos legales colectivos reconocidos: entre 2000 y 2012, las tasas de deforestación en estos territorios en la Amazonía boliviana, brasileña y colombiana fueron solo la mitad a un tercio de las de otros bosques con características ecológicas similares.
Este informe se desarrolló a través de los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques– de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC).
Para informacion completa sobre el informe puede hacerlo a través del siguiente enlace: http://www.fao.org/documents/card/en/c/cb2953es
FUENTE: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.