Mié. Oct 1st, 2025
Foto: cortesía

La capacidad instalada de camas hospitalarias en el sistema público de El Salvador es de más de 1,000 para Cuidados Intermedios y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI); de estas solo están ocupadas cerca de 300, debido a la baja sostenida de enfermos de COVID-19 que presentan cuadros complicados.

Las principales instituciones de Gobierno que están encargadas directamente para este ámbito, afirman que la disponibilidad de camas se debe a que las estrategias de prevención implementadas por el Presidente Nayib Bukele han logrado desacelerar el ritmo de contagio del virus y, por ende, que los pacientes no saturen el sistema de salud.

Asimismo, los parámetros internacionales indican que el 80% de los contagios de la enfermedad son asintomáticos, esta relación se comprueba en el plano local, el 20% requiere intervención, de los cuales, el 15% recibe tratamiento para síntomas moderados o graves y un 5% progresa a un área de cuidados intensivos, donde necesita ventilación mecánica.

El Gobierno está alerta y sigue de cerca la situación por la que atraviesan los países hermanos donde ya circulan otros tipos de variantes del virus que son de mayor facilidad de transmisión.

Por ejemplo y para no volar tan lejos, el país hermano de Guatemala, recién acabó la temporada vacacional de Semana Santa y los casos positivos se dispararon, ahora los ciudadanos sufren muchas nuevas restricciones.

En el país, el ministro de Salud afirma que no existe evidencia científica que demuestre que está en circulación una cepa diferente de COVID-19.

La red hospitalaria de salud fue fortalecida desde que se anunciara oficialmente la amenaza mundial de COVID-19, un año después, el Gobierno continúa en esa lucha, donde además a la fecha suman más de medio millón de personas que han sido vacunadas para evitar dicho contagio.

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