Por Dra. Margarita Burgos
Ser madre no solo implica educar y cuidar a los hijos, sino también mantenerse al día con los nuevos términos y tendencias, que en su mayoría suelen provenir del inglés o estar adaptados al español. Comprender estos conceptos es fundamental para no quedarse al margen de las últimas clasificaciones y tendencias. En este contexto, la tecnología juega un papel relevante, aunque a veces sus efectos son tanto beneficiosos como perjudiciales.
En España, por ejemplo, se habla mucho de las «madres bizum». Estas son madres que, por solicitud de sus hijos, colaboran económicamente con diversas causas enviando pequeñas cantidades de dinero mediante Bizum, una plataforma de transferencias bancarias inmediatas y gratuitas. Estas contribuciones se realizan incluso para apoyar causas que no conocen personalmente.
Otro término muy conocido es el de las «madres helicóptero». Estas madres suelen sobreproteger a sus hijos, llevando a cabo tareas que les corresponderían a ellos, controlando en exceso sus hábitos e incluso eligiendo sus amistades. Su principal objetivo es evitar cualquier malestar físico, emocional o psicológico a sus hijos, a menudo sin medir las consecuencias de esta sobreprotección.
Por su parte, las «madres ubicación» son aquellas que utilizan aplicaciones de geolocalización para conocer en todo momento dónde están sus hijos. Estas herramientas, basadas en el rastreo de teléfonos móviles, les proporcionan información constante sobre los movimientos de sus hijos, a menudo en nombre de la tranquilidad y la seguridad.
Es innegable que la tecnología ha revolucionado casi todos los aspectos de nuestra vida, incluida la crianza. Hoy en día, las madres disponen de innumerables recursos tecnológicos para facilitar la educación y cuidado de sus hijos. Internet, por ejemplo, es una fuente inagotable de información sobre salud, educación y crianza. Blogs, foros y sitios especializados permiten acceder a consejos de expertos y experiencias compartidas por otras madres en todo el mundo. Además, las redes sociales y los grupos en línea promueven la creación de comunidades de apoyo mutuo y aprendizaje.
No obstante, aunque estas herramientas son muy útiles, su uso excesivo puede tener consecuencias negativas. El abuso de la tecnología podría disminuir las interacciones cara a cara entre madres e hijos, afectando el desarrollo emocional y social de los niños. Por ello, encontrar un equilibrio entre las actividades tradicionales y el uso de recursos tecnológicos es esencial. Sin embargo, lograr este balance no siempre es fácil, tanto para las madres como para los hijos.