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El gobierno de Venezuela acusó al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de intentar obstaculizar la salida de 252 venezolanos que estuvieron encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), tras ser deportados por Estados Unidos por presuntos vínculos con el grupo criminal Tren de Aragua.
El señalamiento fue realizado por Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento venezolano y líder de la comisión negociadora que gestionó la repatriación de los migrantes. Durante una intervención en la televisión estatal VTV, Rodríguez afirmó que la operación de evacuación casi se suspende por supuestas maniobras ordenadas por Bukele, entre ellas, la colocación de vehículos en la pista de despegue para impedir el vuelo.
“Cuando estábamos a punto de abortar la misión, alguien desde Estados Unidos llamó a Bukele y lo regañó. Entonces sí permitió que se encendieran los motores y el despegue del avión”, aseguró Rodríguez. También acusó al mandatario salvadoreño de haber provocado un retardo de más de 40 minutos con los migrantes y la tripulación confinados dentro de la aeronave. En declaraciones posteriores, utilizó calificativos como “rata” y “escupido por los gringos” para referirse al presidente salvadoreño.
El presidente Nicolás Maduro también reaccionó, afirmando que su gobierno tiene información directa sobre la supuesta “ira” de Bukele por el resultado del canje, y anunció una investigación penal en su contra.
Según el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, se investiga a Bukele por presuntas torturas y violaciones a los derechos humanos de los 252 venezolanos, acusaciones que también alcanzan al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, y al director de Centros Penales, Osiris Luna.
“Recibieron maltratos, golpizas y fueron sometidos a torturas. Permanecían arrodillados por horas sobre pisos ásperos, con exposición continua a luz artificial intensa”, denunció Saab. Además, aseguró que estos actos califican como crímenes de lesa humanidad.
La respuesta desde El Salvador no tardó. Bukele reaccionó con un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), en el que ironizó sobre los reclamos del régimen chavista: “Acaban de darse cuenta de que se quedaron sin rehenes del país más poderoso del mundo”.
El mandatario salvadoreño también explicó que el acuerdo de intercambio fue una propuesta conjunta entre El Salvador, Estados Unidos y Venezuela. “Tal como se le ofreció al régimen venezolano en abril, realizamos este intercambio a cambio de un número considerable de presos políticos venezolanos, así como de ciudadanos estadounidenses retenidos como rehenes”, escribió.
En medio del cruce de declaraciones, el secretario general del FMLN, Manuel Flores, expresó su respaldo a la denuncia del gobierno de Venezuela y su condena al actuar del gobierno salvadoreño.
“El Salvador se ha prestado para ser carcelero de otros países. Esto no fue un acuerdo, fue un encargo”, declaró Flores en una conferencia de prensa. Además, reveló que conversó directamente con Nicolás Maduro sobre el caso durante un foro internacional sobre migración.
Flores cuestionó la versión oficial salvadoreña sobre los supuestos vínculos criminales de los migrantes y acusó al país de “violentar tratados internacionales” y de “obedecer lineamientos de gobiernos como el de Donald Trump”.
El caso sigue generando tensiones diplomáticas entre Caracas y San Salvador, con versiones encontradas sobre el trasfondo del operativo, las condiciones de los detenidos y la naturaleza del acuerdo con Washington. Mientras tanto, Venezuela ha iniciado una ofensiva legal y mediática contra el gobierno salvadoreño, acusándolo de abusos y trato inhumano.