Mié. May 1st, 2024

Dra. Margarita Mendoza Burgos 

En esta era de las redes sociales, donde la comparación constante y la búsqueda de la aprobación externa son un tema medular, ha surgido una nueva filosofía que propone un giro atrevido: se le llama delulu. Y si jamás ha escuchado de ella es porque probablemente nunca entró a TikTok, pues ahí se ha popularizado este concepto, sobre todo en la Generación Z, que invita a abrazar la ilusión como herramienta para alcanzar la felicidad.

El término delulu deriva del adjetivo inglés «delusional», que significa «delirante» o «iluso». Su origen se remonta a las comunidades de fans del K-pop (música pop coreana), donde se utilizaba para describir a aquellos seguidores que tenían una conexión parasocial con sus ídolos, y que creían posible ser amigos o novios de esas celebridades.

Al principio, una década atrás, delulu tenía un tinte despectivo y se usaba como insulto dentro en la comunidad K-pop para referirse a ese comportamiento empecinado e iluso. Hoy, en cambio, delulu es algo positivo, una suerte de pensamiento positivo y autoconfianza. Al pensar positivamente, se cree que todo puede ser alcanzable, incluso lo inalcanzable. Así, ellos se están preparando mentalmente con mayor posibilidad de lograr sus objetivos. 

Eso puede personificarse en la tiktoker estadounidense Alexa Rae Smith, quien promueve el uso de afirmaciones positivas para lograr todo lo que uno se propone en la vida. Invita a soñar y a crear una realidad paralela con el poder de la mente.

“Tú creas tu propia realidad”, dice en un video. “Quiero que solo tengas pensamientos que estén en línea con lo que quieres vivir. Quiero que solo hables de tu vida como si vivieras en la realidad donde quieres estar”, dice Alexa. 

Un artículo reciente en la revista Fortune, publicación que no es precisamente para jóvenes, explica cómo algunos nuevos profesionales apuestan por la filosofía delulu para conseguir puestos de trabajo superiores a lo que les correspondería, ya sea por edad o por formación, simplemente delirando sobre sus capacidades ante sus empleadores. 

Si bien el delulu puede ser una herramienta útil para aumentar la confianza en uno mismo y mantener una actitud positiva, también ha recibido críticas. Algunos argumentan que puede fomentar la desconexión con la realidad y protegerse del dolor y la decepción. Además, puede ser que los jóvenes estén muy por encima de las expectativas reales que cada familia puede esperar de ellos y esto genere frustración, enojos y hasta un poco de vagancia, pues si las metas son irreales tardarán en poner los pies en la tierra».

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