Día a Día News
ElSalvador–El sacerdote jesuita José María Tojeira, figura clave en la defensa de los derechos humanos en Centroamérica, murió este viernes a los 78 años en Ciudad de Guatemala. La Compañía de Jesús confirmó su fallecimiento, sin detallar las causas. Su partida deja un vacío en una región marcada por su incansable búsqueda de verdad y equidad.

Tojeira, conocido como «Chema», dedicó más de cinco décadas a las comunidades marginadas. Su legado abarca la denuncia de la impunidad, el liderazgo académico y una prolífica obra escrita que fusiona fe y compromiso social.
De Vigo a Centroamérica: Una vida de servicio
Nacido en 1947 en Lavadores, Vigo, España, Tojeira creció en un entorno humilde. Estudió Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia Comillas, donde ingresó a la Compañía de Jesús.
En 1969, llegó a Centroamérica, una región convulsa por guerras civiles y desigualdades.
En Honduras, trabajó como párroco en Sulaco (1975-1976) y dirigió la Radio El Progreso (1976-1980). Su labor con campesinos y comunidades rurales forjó su compromiso con la justicia social.
El Salvador: En el corazón del conflicto
En 1985, Tojeira se trasladó a El Salvador, en plena guerra civil. Como superior de los estudiantes jesuitas, y luego provincial de la orden en Centroamérica (1988-1995), enfrentó uno de los episodios más oscuros de la región: la masacre de 1989 en la Universidad Centroamericana (UCA).
El 16 de noviembre de 1989, seis jesuitas, una colaboradora y su hija fueron asesinados por el ejército salvadoreño. Tojeira lideró la denuncia internacional, logrando en 1991 la condena de los autores materiales. Su lucha continuó con una denuncia en 2000 contra los autores intelectuales, manteniendo viva la memoria de los mártires.
Un rector visionario en la UCA
Entre 1997 y 2010, Tojeira fue rector de la UCA en El Salvador. Consolidó la universidad como un espacio de pensamiento crítico, promoviendo debates sobre pobreza, corrupción y reconciliación. Su gestión honró el legado de Ignacio Ellacuría, asesinado en 1989.
De 2016 a 2020, dirigió el Instituto de Derechos Humanos (Idhuca), documentando abusos y defendiendo a las víctimas. Como párroco en la Iglesia El Carmen, Santa Tecla, y conductor del programa radial «Al filo de la semana» en YSUCA, nunca dejó de alzar la voz.
Denuncias contra el autoritarismo
Tojeira fue un crítico feroz de las políticas represivas. En El Salvador, cuestionó la falta de debido proceso bajo el gobierno de Nayib Bukele, calificándola como «actos de venganza». En Nicaragua, denunció la confiscación de la UCA en Managua en 2023 por el régimen de Daniel Ortega, comparándolo con las peores dictaduras de la región.
«Las dictaduras odian la inteligencia crítica», afirmó en una entrevista en 2023, tras la expulsión de los jesuitas de Nicaragua. Su voz resonó como un faro de resistencia.
Autor prolífico, Tojeira escribió libros como El martirio ayer y hoy (2006) e Inclinar la balanza de la justicia. Sus artículos, publicados en revistas como ECA y Confidencial, abordaron la memoria histórica, los derechos humanos y la fe como motor de cambio social.
Textos como «Rutilio Grande y compañeros» y «La muerte de los jesuitas» reflejan su visión humanista. Su obra sigue siendo referencia para quienes buscan un futuro más justo.
La UCA, Idhuca y la Arquidiócesis de San Salvador expresaron su duelo. La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) destacó su «amor por el país». Sus restos serán trasladados a El Salvador para las honras fúnebres.
José María Tojeira deja un legado imborrable: una vida dedicada a la verdad, la justicia y la dignidad. Como él escribió, «los abusos se vuelven contra los abusadores». Su ejemplo inspira a Centroamérica a seguir luchando.
