La Dra. Yana J. Tavyev, directora de la División de Neurología Pediátrica de Cedars-Sinai fue entrevistada acerca de un nuevo estudio que muestra que, además de que la pandemia de COVID-19 afecta negativamente la salud mental de los jóvenes, al parecer ha provocado que los cerebros de los adolescentes envejezcan con mayor rapidez.
En el estudio, publicado en Biological Psychiatry: Global Open Science, los investigadores compararon los escáneres de cerebros de adolescentes después de los confinamientos por la pandemia con los de adolescentes de edad similar antes de la pandemia. Los cerebros escaneados después parecían más viejos. Los científicos están preocupados por el envejecimiento prematuro del cerebro porque puede causar un aumento de la ansiedad y la depresión.
Tavyev, que no participó en el estudio, comentó, que el estrés afectó a muchos adolescentes durante la pandemia, ya sea debido a cambios en el sueño, mayor tiempo frente a la pantalla, falta de ejercicio u otros factores. Todos estos factores estresantes podrían haber afectado la tasa de maduración del cerebro.
“Sabemos que había soledad porque había mucho aislamiento social. Quizás se debió al hecho de que se encontraban en un entorno de aprendizaje menos enriquecido. Con los cambios en la escuela, tal vez no estaban aprendiendo tanto y sus cerebros no fueron lo suficientemente desafiados en el proceso de aprendizaje”, comentóTavyev.
Tavyev mencionó que los hallazgos también podrían verse de manera positiva.
“El cerebro cambia constantemente y, por supuesto, cuanto más joven eres, más potencial hay para el cambio y el crecimiento del cerebro”. “Entonces, tal vez los cambios sean temporales, pero tengo la esperanza de que [la pandemia] les haya enseñado algo a los niños y que se vuelvan más resilientes en el futuro”.
Agregó que socializar con compañeros, una buena nutrición y ejercicio podrían tener un impacto positivo en el cerebro y la salud mental.