Hoy, los senadores estadounidenses Jeanne Shaheen (D-NH) y Thom Tillis (R-NC), copresidentes del Grupo de Observadores de la OTAN del Senado , emitieron la siguiente declaración en respuesta a la violación por parte de Rusia del espacio aéreo soberano de Estonia:
La descarada incursión de hoy de tres cazas rusos en el espacio aéreo estonio subraya lo que cada día queda más claro: Vladimir Putin está poniendo a prueba deliberadamente a la OTAN, buscando sus puntos débiles y buscando obtener ventaja mientras Washington está distraído. Durante doce minutos, cazas rusos violaron el territorio soberano de un aliado de la OTAN.
Este no es un episodio aislado. En los últimos días, drones rusos han cruzado a Polonia y Rumanía, sumándose al patrón de violaciones de la zona gris y coerción que la OTAN debe abordar con la máxima seriedad. Se trata de acciones calculadas destinadas a normalizar la agresión, debilitar nuestra determinación y enviar la señal de que Moscú puede forzar los límites con impunidad. Estas provocaciones también presentan un riesgo real de error de cálculo que podría conducir a una escalada imprevista.
Con la solicitud de Estonia de consultas del Artículo 4 hoy, se trata de la segunda solicitud en un solo mes —en comparación con solo unas pocas en toda la historia de la Alianza— y subraya cuán descaradas y peligrosas se han vuelto las provocaciones de Putin. Estas consultas no son simbólicas, sino un recordatorio de que la OTAN se mantiene unida y que la seguridad aliada es indivisible. La credibilidad de la OTAN y de Estados Unidos está en juego, y nuestros adversarios nos observan de cerca para ver si dudamos.
Putin nos ha demostrado una y otra vez que es un mentiroso y un asesino sin ningún deseo de paz. Las violaciones del territorio aliado, ya sea en Estonia, Polonia o Rumanía, deben responderse con unidad y fuerza. También debemos permanecer atentos a sus objetivos inmediatos en Ucrania, Moldavia y los Balcanes Occidentales, donde su estrategia de desestabilización y coerción sigue amenazando a la comunidad transatlántica. El coste de la distracción y la demora es alto, y Putin está aprovechando cualquier oportunidad para ganar terreno. No podemos permitirnos cederle la ventaja. Ahora es el momento de colaborar con nuestros aliados europeos y ejercer la máxima presión económica sobre Putin. Ya es hora de que esta guerra llegue a su fin.