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EEUU—La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, confirmó el domingo que el gobierno de Donald Trump planea ampliar las operaciones migratorias en Chicago. La funcionaria señaló que ya existen acciones en curso de ICE en Illinois y que se destinarán más recursos para reforzarlas, en un contexto de tensiones crecientes entre la Casa Blanca y las autoridades locales demócratas.
En una entrevista con Face the Nation de CBS News, Noem explicó que “muchas ciudades están lidiando con delincuencia y violencia” y que no se descarta ningún mecanismo para garantizar la seguridad. Invitó además a alcaldes de grandes urbes como San Francisco, Boston y la propia Chicago a colaborar con el gobierno federal si buscan fortalecer la seguridad de sus comunidades.
Consultada sobre la posibilidad de desplegar tropas de la Guardia Nacional como apoyo en los operativos migratorios, Noem evitó precisar detalles y dijo que esa es una prerrogativa que corresponde únicamente al presidente Trump. De momento, el Departamento de Seguridad Nacional no ha revelado la magnitud del aumento de personal ni el calendario de implementación en Chicago.
El anuncio llega después de que la administración Trump ordenara en meses recientes el despliegue de tropas en Washington, D.C., y en Los Ángeles, en operativos combinados contra crimen, inmigración irregular y falta de vivienda. En la capital, el gobierno ha presentado la intervención como un ejemplo exitoso al afirmar que la ciudad fue transformada en una “zona libre de crimen”.
De acuerdo con reportes oficiales, el DHS también solicitó apoyo logístico en la Estación Naval de Great Lakes, ubicada a unos 35 kilómetros de Chicago, lo que sugiere que la infraestructura militar podría ser utilizada como base de operaciones en los próximos despliegues. Esa solicitud ha generado inquietud adicional en las autoridades estatales y locales.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, respondió firmando una orden ejecutiva que prohíbe a la policía de la ciudad cooperar con agentes federales en redadas migratorias, retenes de tráfico o patrullajes conjuntos. Johnson advirtió que su administración recibió “informes creíbles” de que la intervención federal podría comenzar en cuestión de días, lo que describió como una “activación militarizada” del territorio.
Por su parte, el gobernador de Illinois, JB Pritzker, calificó los planes como una “amenaza a la democracia” y acusó a Trump de buscar un impacto político en las elecciones legislativas de 2026. El mandatario estatal aseguró que su gobierno utilizará todas las herramientas legales disponibles para contrarrestar la expansión de agentes federales y proteger a los residentes de Illinois.
El despliegue en Chicago se enmarca en la estrategia migratoria de Trump, que combina redadas intensivas, aumento de presencia federal en ciudades gobernadas por demócratas y la posible utilización de instalaciones militares para procesar o detener a inmigrantes. Hasta ahora, la Casa Blanca no ha especificado el número de agentes adicionales que serán asignados a la ciudad.
La situación mantiene enfrentados al gobierno federal y a las autoridades de Illinois, con posturas opuestas sobre seguridad, migración y competencias legales. Mientras tanto, Chicago se prepara para un posible operativo de gran escala en los próximos días, en medio de advertencias de que la medida podría escalar el conflicto político y social en la región.