Jue. Abr 25th, 2024
Foto: Pixabay / Marvorel

Por Monica Morales, Directora Adjunta para el Centro de Comunidades Saludables del
Departamento de Salud Pública de California (CDPH)

Los distritos escolares están dándoles la bienvenida a los alumnos para el regreso a las
escuelas para el año escolar 2021-22. Implementando las precauciones correctas como usar
mascarillas adentro de clases y edificios y lavarse las manos los padres de familia pueden
sentirse seguros con que sus hijos regresen a la escuela para recibir un aprendizaje completo y
presencial.

Científicos y profesionales de salud han acumulado información sobre el coronavirus desde que
inicialmente impactó al país hace más de un año y se está aplicando ese aprendizaje al nuevo
año escolar. La mejor manera en que todos podemos apoyar el aprendizaje y crecimiento de
nuestros hijos es abriendo las escuelas completamente debido que tienen una función
indispensable en nuestras comunidades.

COVID-19 se ha vuelto una realidad en nuestras comunidades y estamos aprendiendo a
adaptarnos. Continuarán existiendo dificultades este año escolar, pero con una estrategia
implementada -hacer pruebas de COVID, vacunas, el uso de mascarillas, ventilación mejorada,
quedándose en casa cuando se está enfermo – confiamos que este es el mejor camino para
regresar al aprendizaje presencial de manera segura y exitosa.

Con el comienzo del año escolar, hay varias cosas que los padres de familia deben tener en
mente que tendrán un impacto directo en la seguridad y bienestar de sus hijos. Es importante
prestar mucha atención a estas cinco áreas claves.

Casos identificados por la escuela son un indicador importante de que las escuelas
están filtrando el COVID-19
.

Las escuelas están creando espacios seguros a través de hacer pruebas de COVID-19 y el
rastreo de los contactos, que ayudan a identificar personas con el virus. Esto permite que los
estudiantes y el personal se queden en casa y se recuperen sin infectar a otros en la escuela.

La variante Delta sigue siendo una preocupación.

La presencia de la variante Delta ha creado la necesidad de incrementar las estrategias de
protección en las escuelas. Vacunarse es la mejor manera de protegerse contra la variante
Delta. Ayuda a reducir la transmisión de COVID-19 en las escuelas y en nuestras
comunidades. Niños no vacunados pueden regresar a la escuela con seguridad, pero es crucial
usar mascarillas, lavarse las manos quedarse en casa cuando están enfermos, y realizar
pruebas cuando es necesario.

La reapertura de las escuelas promueve la salud mental y social-emocional.

El último año y medio ha sido un reto largo y difícil para muchos de nuestros estudiantes. La
ausencia de estructura escolar ha llevado al aislamiento social y la ansiedad que impacta
severamente el desarrollo social y emocional del estudiante. Estudios apoyan que la reapertura
de las escuelas promueve el bienestar mental, social-emocional y académico de los
estudiantes. Debemos hacer todo lo posible para mitigar los efectos sustantivos de no tener
educación presencial para los estudiantes. Los queremos de vuelta haciendo las cosas que
aman – socializando, pasando tiempo con sus amigos, y jugando deportes.

Las vacunas siguen siendo clave para la prevención de COVID-19 en niños.

La investigación médica ha mostrado que los niños en primaria tienen menos riesgo de
contraer el coronavirus que los estudiantes mayores o adultos. La mayoría de los niños
contraen el virus de un familiar cercano en su casa o en una fiesta, no de otros niños o
personal de la escuela. Vacunando a todos los adultos que están en casa y a los estudiantes
mayores de 12 año reduce la necesidad de cuarenta especialmente en los estudiantes de la
secundaria y preparatoria.

Es obligatorio para todos los maestros y empleados de las escuelas vacunarse o
realizarse una prueba semanal de COVID-19.

El requisito de vacunarse o realizarse una prueba semanal de COVID-19 aplica a los 320,000
maestros de las escuelas públicas y a los más de 250,000 personal de apoyo – desde los
empleados de la cafetería hasta los conserjes – y por lo menos 80,000 empleados, según los
sindicatos y el Departamento de Educación de California. También aplica a los voluntarios
escolares. Estas personas establecerán el tono en nuestras escuelas y el asegurar su
seguridad permite un mayor enfoque en los estudiantes.

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